Una boda con vibra tropical y un toque de modernidad que nos ofreció un escenario único, acogedor y divertido.
Nuestra base fue el color negro que cada vez está más presente en las bodas y es una tendencia que nos acompañará por años. Mezclarlo con el color mostaza para luego teñir los centros con fucsia y color vibrantes fue lo que nos permitió tener ese ambiente tropical.
Somos fans de hacer las cosas con vuestra huella y nuestro rollo, en sí, de reflejar vuestra personalidad en todo lo que hacemos.
¿Y tú? ¿te atreves con una oda llena de color?